jueves, 20 de diciembre de 2007

Artefacto del mes: el Atlatl


El atlatl, palabra náhuatl (lengua de México y Centroamérica), se conoce en español como propulsor, lanzadardos o estólica.
Se trata de un arma impulsadora, formada por una plataforma de madera flexible, corta y delgada; a lo largo de su parte superior se coloca un dardo, cuyo extremo inferior se apoya en un gancho de piedra, hueso, concha o cornamenta de venado.
Para visualizar su funcionamiento, pueden ver el video que sigue:



Con esta herramienta se permite propulsar los dardos con una potencia tal que es capaz de perforar la gruesa piel de algunos animales, y es por esto que el atlatl fue muy utilizado como arma de caza desde tiempos muy antiguos en la prehistoria, siendo reemplazado después de mucho tiempo por el arco y las flechas, aún más efectivos. El atlatl también fue utilizado para ceremonias (por ejemplo, se han encontrado algunos cubiertos de láminas de oro y plata) o para enfrentamientos bélicos debido a su gran potencia.
El atlatl más viejo encontrado hasta ahora se remonta a unos 19.000 años atrás, pero se piensa que esta arma ha sido utilizada durante más de 40.000 años. En América, se han encontrado atlatl principalmente en México, Colombia y Perú. En nuestro país, el arqueólogo y Premio Nacional de Historia 2002 Lautaro Núñez
[1] encontró en Tagua Tagua II (VI región), entre otros instrumentos de caza, un fragmento de dardo hecho de defensa de mastodonte (especie de mamút prehistórico) recién nacido, con grabados decorativos; el sitio de Tagua Tagua II es atribuido al Paleoindio, período de los primeros pobladores de nuestro continente.

La utilización del atlatl no se limita a la prehistoria: en Australia por ejemplo, los aborígenes hasta hoy en día utilizan el atlatl y lo llaman “woomera”, y en nuestras sociedades occidentales existen asociaciones, encuentros y competencias de atlatl (!), lo que pueden ver en los numerosos sitios internet dedicados al tema. A modo de dato freak, un tal Dave Ingvall logró en 1995 el record mundial de propulsión con una estólica, alcanzando con su dardo una distancia de 258 metros.
Para saber más sobre este artefacto, no duden en escribirnos, y sobre todo ¡exploren!, que hay mucha información disponible en internet, como el sitio oficial del atlatl

El próximo mes: la conana…




[1] Núñez, L.; Varela, J.; Casamiquela, R.; Schiappacasse, V.; Niemeyer, H.; Villagrán, C., 1994. Cuenca de Taguatagua en Chile: el ambiente del Pleistoceno superior y ocupaciones humanas. Revista Chilena de Historia Natural, 67: 503-519.

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